Comentarios Intrascendentes Sobre La Literatura Trascendente del MSMA (16).
Propósito Psicológico 16.
NUESTRA TIERRA. Es un hecho que el hombre parece querer quedarse siempre "estancado" en sus primeros conocimientos. Es necesaria la fuerza de un genio para hacerle cambiar sus concepciones y hacerle admitir que nuevas teorías han intervenido en el Saber humano. En seguida, el espíritu queda confundido por haber permanecido tanto tiempo atado a concepciones que le parecen de pronto tan pobres e incoherentes a la vista de la nueva teoría, que seduce por su resplandeciente frescura y su luminosa simplicidad.
He aquí una primera distinción entre la Ciencia y la Religión. La Ciencia y la Conciencia quieren siempre seguir investigando las incalculables riquezas de la Realidad. La Religión y la Fe quieren siempre tener una sola Verdad. ¿Cuál de las dos está equivocada? Ninguna de las dos. Porque el Ser es uno y las Personas Humanas son incontables, tomando en cuenta su constante reproducción y su permanente singularidad. ¿Entonces? Ahí se encuentra la razón de ser de una tercera alternativa: La Iniciación. ¿Por qué? Porque la Iniciación es Comienzo. ¿Comienzo de qué? De la labor del pontífice, del constructor de puentes, que debe realizar el Iniciado entre lo Sagrado y único del Ser y lo diverso y cambiante de lo Humano.
Si existe una noción familiar que cada uno de nosotros conserva en su memoria desde la infancia, es seguramente bien la imagen de nuestro globo, de sus cinco continentes, de las cadenas de montañas que los surcan y de los océanos que los separan. Nada de sorprendente pues, que esa imagen nos haya parecido tan definitiva y que por instinto la hayamos conservado para darnos cuenta del aspecto de la tierra en las épocas pasadas pues el espíritu humano se complace en la estabilidad y le repugnan todos los cambios.
La faz de la tierra, tal como ella se nos aparece hoy en día, no es más que la expresión fugitiva y momentánea de un dispositivo esencialmente cambiante. Las concepciones que dan cuenta acerca de la faz de la tierra y de su génesis, se han fundamentalmente modificado en estos últimos años. Las mismas bases de la geografía, de la geología y de la física del globo se han encontrado conmovidas.
El Creador y lo creado, para los religiosos. La Unidad de la Diversidad para los científicos, el Universo. La capacidad de Ser y de Hacer para los Iniciados Reales.
Esas nuevas concepciones pueden ser expuestas en los dominios que se ocupan de la física del globo, pero los biólogos tienen sin embargo, la palabra a decir. En efecto, son las exigencias biológicas las que se encuentran precisamente en el origen de todas las teorías que se han esforzado en dar cuenta de los cambios sufridos por la faz de la tierra durante el curso de las épocas pasadas.
He aquí la razón. Los organismos vegetales y animales han sufrido profundas transformaciones durante el curso de los períodos geológicos. Las formas simples aparecidas primero han sido progresivamente reemplazadas por organismos más complejos. Es ese hecho, que uno no podría poner en duda y el que se designa bajo el nombre de "evolución". El movimiento evolutivo no se desenvuelve de una manera uniforme. Cada grupo evoluciona a su hora y siguiendo modalidades que le son propias. Con la crisis evolutiva terminada, la historia del grupo se encuentra finalizada (A. Vandel: "La evolución del mundo animal y el porvenir de la especie humana", 1942).
Aquello que es cierto sobre el tiempo, lo es también sobre el espacio. Todo grupo zoológico o botánico toma nacimiento y comienza a diversificarse en el interior de una región limitada que constituye un verdadero "centro de creación".
Esto es apenas un comentario a la introducción del Propósito Psicológico número 16 del MSMA. ¿Cuál es el propósito psicológico? Pienso que es el comenzar a iniciarnos, en la noción de la Unidad de nuestro Ser y la dualidad de nuestra Realidad Humana, como mujeres y hombres y, sobre todo, en la noción biológica de nuestra naturaleza viviente, evolutiva y eterna, y de la necesidad de mantener nuestra Conciencia abierta al milagro de Ser y de estar aquí descubriendo nuestras infinitas posibilidades de Ser sin agotarlas nunca; de darnos cuenta de que Dios se está conociendo a Sí Mismo a través de la forma humana (Cuarto Principio o Sello del León de la Tribu de Judá) y de que la forma humana, a medida que evoluciona, está comenzando a conocer a Dios en Sí Misma.
La pregunta que me salta a la vista es esta: ¿seguiremos en la GFU, sagrada o real, discutiendo religiosamente o seguiremos haciendo equipos de investigación para enriquecer nuestras conciencias mutuamente? Yo, decididamente, me inclino por el equipo de investigación con disciplina y lealtad, virtudes indispensables en la Iniciación Real. Y una pregunta más que me inquieta ¿Quiénes serán los Genios que habrán de sacarnos de nuestro estancamiento? Los que nos presenten ejemplos vivientes de su genialidad y no solamente artículos de Fe, pienso yo. Los Maestros de Iniciación Real.
SATJMN
20/X/2007 (Nueva serie)
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